LG OLED C5, análisis: lo hace todo tan bien que nos obliga a plantearnos si tiene sentido gastar más en un televisor OLED

5/23/20253 min read

El corazón de este televisor es un panel orgánico WRGB 4K UHD capaz de rozar los 1.500 nits
Su rendimiento con películas y series es muy bueno.
Con videojuegos es incluso mejor

Antes de meternos en harina me parece una buena idea haceros una pequeña confesión: la serie a la que más atención presto cuando LG presenta cada nueva familia de televisores OLED es la C. Este fabricante surcoreano tiene propuestas más ambiciosas, como, por ejemplo, la serie G o su OLED evo M4 inalámbrico, pero, honestamente, sus modelos OLED C me parecen año tras año los más equilibrados si observamos su relación precio/prestaciones. Y este C5 no es una excepción.

OpenAI se lanza al hardware con una visión ambiciosa. Hasta ahora, OpenAI ha sido una empresa centrada en el software. ChatGPT y sus modelos de lenguaje, como GPT-4o, son herramientas virtuales. Es decir, OpenAI no ha abordado directamente la creación de dispositivos, pero eso está cambiando.

Su corazón es un panel OLED evo 4K UHD de cuarta generación capaz de refrescar de forma nativa a 120 Hz. No obstante, con videojuegos nos ofrece la posibilidad de alcanzar los 144 Hz utilizando la sincronización adaptativa de la cadencia de imágenes por segundo que nos propone la interfaz HDMI 2.1. A diferencia de la serie G5, este C5 no apuesta por una matriz Primary RGB Tandem OLED, aunque LG nos promete que es capaz de entregarnos picos de brillo cercanos a los 1.500 nits. Lo comprobaremos en la sección de este artículo en la que pondremos a prueba su calidad de imagen.

LG OLED C5: especificaciones técnicas

Tiene todo lo que podemos esperar de
un OLED C de LG. Y algo más

Los cambios introducidos por LG en este C5 desde un punto de vista estético y constructivo si lo comparamos con los modelos C3 o C4 son mínimos. Sus marcos siguen siendo muy finos (5 mm); la cobertura trasera del recinto, como veremos más adelante, es diáfana; y su peana central tiene el mismo diseño al que nos ha acostumbrado este fabricante durante los últimos años. En un primer vistazo podríamos confundir este televisor con alguno de sus predecesores, pero no me parece reprochable porque el margen de mejora de la serie C en este ámbito es mínimo.

Después de buscar y rebuscar la única diferencia estética que he encontrado entre este OLED C5 y el modelo C4 del año pasado es que la cobertura trasera del televisor que estamos poniendo a prueba es un poco más oscura. Esto es todo. Es evidente que es un detalle sin importancia. Sea como sea lo que me parece más importante es que a pesar de lo fino que es el panel OLED cuando sacas el televisor de su embalaje y lo manipulas para instalar la peana no tienes la sensación de que sea endeble. Está realmente bien acabado y se nota que está fabricado con mimo a pesar de que no es el modelo con matriz orgánica más ambicioso de LG.

La peana que nos entrega LG junto a la versión de 65 pulgadas del OLED C5 que hemos analizado es bastante compacta, pero garantiza la estabilidad del panel incluso si por accidente le damos un empujón. No tengo nada que reprocharle en este terreno. Además, es muy sencillo y rápido instalarla. Esto no es nuevo. LG rediseñó la peana central de sus televisores de la serie C a partir del modelo C2, y desde entonces instalarla es pan comido. En la revisión C1 y las anteriores montar la peana y fijarla al panel era más farragoso, por lo que se agradece que LG siga apostando por ponérnoslo fácil a los usuarios.

Como he mencionado unas líneas más arriba, la cobertura trasera de este televisor es diáfana, al igual que en las revisiones de años anteriores. Su acabado ligeramente rugoso le da un toque prémium que encaja estupendamente con un dispositivo inequívocamente de gama alta, y el recinto que contiene el panel orgánico es lo suficientemente rígido para permitirnos manipularlo con comodidad cuando lo estamos instalando. Un apunte importante: las cuatro entradas HDMI de este televisor implementan la norma 2.1 y trabajan a 48 Gbps, por lo que pueden transportar señales 2160p de hasta 144 Hz con una profundidad de color de 12 bits y submuestreo 4:4:4.